Solo unas horas y los deseos se convertirán en recuerdos; donde las caricias encontrarán su destino y los labios se fundirán en un beso.

Unos minutos para que las almas se identifiquen y se fusionen en calma; para que las lágrimas cesen y las sonrisas sobrepasen la falta.

Unos segundos, de más o de menos, que permitirán los suspensos; generarán empatías en brazos recibimiento.

Eso es lo que falta, que es una nada, unos instantes restante y el esperado reencuentro de confianzas sensatas.

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Acerca de Toto

SImple, entregado, fiel y melancólico. Neurótico desde el punto de vista analítico y psicótico en sueños y escritos. Vomitivo por las mañanas y sufriente por las noches. Así soy yo...
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