Por primera vez, me he perdido en la blancura y la suavidad de su piel
Sin haberlo planeado nuestros labios se fusionaron en una tierna entrega
Nos estremecimos
Por segunda vez en nuestra existencia nos encontramos y percibí la calidez de su aliento
Sin buscarlo ya estaba determinado en el destino
Nos imaginamos
Y, de manera espontánea, nuestros brazos se dirigieron a nuestros cuerpos
Sentimos la cercanía de nuestras almas y su tierno palpitar
Nos abrazamos
Curiosamente como hace años, no hablamos solo percibimos nuestra presencia y el cariño evolucionado
Nos miramos
Y en ese momento sin haberlo planeado: su piel, sus labios, su mirada y los abrazos crearon un lazo eterno
Ya no nos separamos
Y por tercera vez, finalmente, ya no lo haremos más