Día a dia he vuelto a soñar
noches en vela a ojos cerrados, creando;
planeando sin cimientos, volando sin aire.
En un suspiro me transformo, floto… me siento ligero.
Sin sentido color ámbar, estruendo atonal,
gritos callados, lágrimas secas, sonrisas apagadas y amores prohibidos.
Blanco y negro fusionados, el gris se ha incluído,
carmínes otoñales, café invernal…caricias con requiebro.
Todo acaece a la vez, sufro y lo disfruto
risas guardadas para sí. Es locura ínfima, es placer íntimo…
¡he olvidado lo que significa!
Entretenido permanezco, sonrisa dibujada, solo eso…
despierto tomo un carmín, la dibujo y debuto en las mojigangas,
soy un payaso sin oficio.
Noche a noche sueño en vigilia,
vista alerta, extrañando.
Rutina estable, vida constante
gestos desdibujados, mirada alta y franca.
Cuando un sueño no se expresa se disuelve en la memoria,
es polvo que cede al viento, es sal en agua…
en efecto el sabor sobrevive.
Aléjalo si no es para mí, te lo suplico.
(en la serie automatísmos diarios)