He vuelto a la carga, un pié adelante del otro, alternándolos rítmicamente
permanezco constante en mis esperanzas a pesar de mi desgano.
He estado ahí, esperando por tiempo indeterminado… décadas de lágrimas y
sentimientos encontrados; errores de vida, olvidos y rechazos.
En el transcurso, lo hice y seguiré decidiendo equivocadamente,
no obstante, y a diferencia, lo acepto e intento resarcir… no me comparo.
He salido adelante después de todo y lo haré de nuevo a pesar de los rechazos;
heme aquí, constante, mediocridad pasada, instancias serenas; vida guardada.
Nuevamente me pongo en marcha y sigo adelante
independientemente de los contratiempos e imprevistos;
lucho por rescatar lo que nunca me ha correspondido,
lo que algunos han deseado y disfrutado, y así mismo despreciado… maltrecho.
Es el compartir que renace en el tiempo, lo modifica…lo induce oblicuo.
Ven, acércate a mis brazos el espacio está vacío y sabes bien como llenarlo
lugar cálido lleno de caricias diseñadas para solventar tus carencias.
Agrego ahora, aquí, algunos menores lineamientos:
Podrías no escucharme y aún así gritaría los dolores que he callado por años
incluso, sin mirarme, haría maromas y muecas tratando de contrarrestar tu indiferencia.
Sin embargo, lo he notado, no me lees, y mientras sigo vomitando sentimientos matutinos
mi alma se retuerce en sales de mar y muere poco a poco; ésto definitivamente es algo inhumano.
Así como he venido, finalmente sugiero: no lo intentes siquiera, que me alejo…
(en la serie automatismos diarios)
No sé que ocurre, no sé que pasa, no sé nada, solo sé que te entiendo perfectamente.
No me canso de llerlo. Ahora necesito descansar. Al alba, tras mi noche imprevista, volveré a leerlo. No sé que tienes, no sé quien eres, pero sé que sabes llegar. Felicidades.
Gracias, me conmueve y emociona que me leas. Saludos
De nuevo he vuelto a leerlo, esta vez con lágrimas en los ojos. No dejo de pensar en la similutud de tu escrito con mi vida. Como esperas, como anhelas, como sufres y te resignas, como intentas irte. Me paseo cada día por muchos blogs, buscando «algo» que me haga sentir. He cisitado de todo, páginas de anoréxicas, que personas entristecidas, de Locos por la escritura, etc pero JAMÁS un texto me había calado tanto.
Ahora tengo curiosidad por saber a donde ha llegado tu email. Ese que yo no he recibido. Mil gracias, de corazón, mil gracias.
Hola, puedes dejarme aquí tu correo. El comentario no se publicará hasta no ser aprobado por mí. Tomo nota e inmediatamente lo borro.