Mujer del Nilo, escucha, atiende mi ruego.
Guiado por Pharos navegué, ahora me acerco,
en la “Transfiguración” me arrodillo,
aquí donde Moises observó la zarza que arde;
llama constante que se mantiene sin consumir.
Toda madera arraiga provee compromisos,
palma, espada y rueda arpada, martirio indicado;
rompe torques, tortura soportada, hallada inmaculada,
libro cual símbolo de sabiduría,
corona con alusión a realeza.
Nieve en fogón, prevente de leña y harina,
cuída de mi alma y ofreceme protección,
esa que brindas a filósofos y prisioneros
en ruedas andan, catalinadas expresas.
Dulce en melaza, diario sustento… hoy vengo a tí y me entrego.
(en la serie automatismos diarios)
Lo siento; hoy me has dejado sin palabras.
Estuvo tan mal?
Todo lo contrario, está perfecto. Estoy impresionada. Buenas noches, que descanses.