¿Lo ves? siempre regresamos al mismo punto,
a nuestra partida, al retrógrado y doloroso comienzo;
principio obtuso de fichas echadas y practicismo
un juego salido de la vida y una vida, al aire y en juego.
¿Apacible?,¡claro!, de buen temple, pero no maltrecho;
dolido pero sonriente tal cuál me has conocido… vibrante;
lo afirmo: no estoy acostumbrado a perder, más se aceptar;
suplico lo mismo: sinceridad es la clave de la destreza.
Ahora te llamaré y contestaré cada una de tus dudas
escucharé, pausado, tus inquietudes; estaré a la espera;
hablaré en angustia y vivirás en mi dichas diarias…
pedir será de más, lo escogiste…decidido está.
¿”Segura”? En recuerdos penetraré hasta el tuetano
me alojaré ahí sumiso, reacio, estridente y constante
me volveré duelo y quebranto, suspiros arcáicos;
comprensión y deseo, suspenso, sentir y larga vida.
Dicen que todo poeta necesita una guía, aquí es opuesto;
no lo acepto, por lo mismo lo escribo: “lloro y sufro”
y en mis letras, versos y líneas la vida eterna te ofrezco
dame una razón para no aceptarla, sólo una es lo que pido.
(en la serie automatismos diarios)