Hoy he comprendido que amar

no es mirarse directamente a los ojos,

sino observar al unísono el horizonte;

juntos, en armonía, en complicidad;

avanzando rítmicamente, en paz;

sin prejucios ni fallas,

sin dolor, con palabras…con besos.

Amar mantiene la vida, da caricias;

soporta el hambre y alimenta el deseo;

constituye fundamentos y esperanzas,

sustenta el existir…

desgraciadamente, en mi diario, aún no lo tengo.

Y tú que lo vives de nuevo ¿aceptas esta declaración?

(en la serie automatismos diarios)