Si ya no me miras
no me pidas que te espere.
Así se decidió y, ¿lo ves ahora?,
todos regresamos al inicio:
a ese maldito comienzo.
El sur me alcanza,
y junto con él:
su tersa mirada y
la ternura de su piel.
¿Me poseerá en existencia?
tal vez lo mostraré con versos;
sí, dueña de mis sueños.
Me dí cuenta que,
a mí, la soledad
me sabe amarga;
y necesito miel
esa dulzura de los labios;
¡debo poner un remedio!
Esperé toda una vida y
mucho tiempo más;
estuve al alcance
me incliné ante las súplicas
y a su vez supliqué,
estamos a mano,
perdí la partida…
lo acepto.
No es de merecerse
pagar por algo
que no adeudo;
pero, asímismo,
también es leal y cauto
recibir frutos como alimento
pero sobre todo ante un sacrificio:
obtener, finalmente,
cariño en el alma…
He perdido y creo
que he ganado.
(en la serie automatismos diarios)
Hermoso! ♥
Y doloroso, gracias por tu visita y comentario. Un abrazo
Siempre es así, siempre duele un poco… o mucho!
Me gusta mirarme en tu espejo
me muestra lo que me pasa
y ya no me siento sola.
Y sí, hemos ganado,
siempre podemos
recomenzar.
Me gustan tus letras
Reflejan el alma
Gané y ganaste
Volemos amando
Sí!
Ánimo, mucho ánimo. Es muy difícil superar un duelo, pero creo Toto que debes de empezarlo ya. Te mando un fuerte abrazo, de corazón.