Me mantengo mirando al frente, despierto, alerta; deseando por dentro, soñando en silencio y llorando callado. Permaneciendo en suspiros de ayeres cercanos; de momentos felices…caricias guardadas, esperanzas añadidas. “De simples palabras, de pocas letras”.
―¡Espera!, aún no te vayas; es tarde, lo sé, pero no puedo… ―susurro suplicando.
Hablas, no entiendo aunque pretendo hacerlo; y, poco a poco, te vas yendo en cuerpo. Conforme te desvaneces mi alma se achica, sí, con ese sentir de desesperanza, de vacío, ese deseo de querer estar, de querer musitar ”cinco letras” y no poder hacerlo.
―Aguanta un poco más, resta algo que decir… ―insisto.
Levantas el rostro me observas, te recuestas y contra tu voluntad, a pesar de tu lucha, tus párpados van cayendo de nuevo. Intento y vuelvo a intentar “dos palabras” enunciar… ya no insisto, te dejo ir, me mantengo neutro, éso creo… eso sí en completo silencio.
―Eres bella, ¿lo sabes? ―lo digo
Hoy te contemplo y tu tranquilidad me contagia. Desde mi más sincero interior, y sin esperar respuesta, confirmo tu hermosura con mi mirada. Piel clarificada por las ideas que intensifican sentimientos..”.Cinco letras, un espacio y nada más”.
―Muero por tus labios ―aclamo.
En esos labios, que no hablan pero que llaman, donde subsiste la espera y el deseo; en los que se encarnan sueños y futuros; y se proyectan, “esas palabras”, que han estado esperando años para ser escuchadas. “Una tierna frase“.
―Hay algo más… ―expreso.
Quiero decirlo de prisa y se queda atorado. Han estado aquí por mucho tiempo protegidas; cubiertas, siempre a mi lado,en fín, a salvo. Y, hoy, es tarde nuevamente para expresarlo, lo he intentado y otra vez te has ido.
― No es tu culpa, descansa ―menciono.
Esperando al mañana las guardo de nuevo con ansia de poder entregarlas a tiempo; un “sentimiento” directo, ofrecido con “cinco signos”, recitado en silencio…”dos palabras” que siempre llevo conmigo, «un espacio» que les da sentido y una «esperanza» que, a diario en mutismo, te entrego.
―”Te amo” ―insisto para mis adentros
Y así, de esta forma, sin tristeza pero con melancolía acepto, día a día, tu inevitable partida guardando, como siempre, ese tierno concepto.
…