Antes de irte…
¿sería mucho pedir un último abrazo?
y tal vez, junto con ese contacto,
todos los besos que te quedan
incluso incluír todas tus noches
y la totalidad de tus mañanas;
todas tus caricias y palabras,
en fín, todas tus miradas…
Por mi parte…
ni mis días ni mis noches,
ni mis mañanas ni gracias,
no es necesario ofrecer nada,
ya te pertenecen todas ellas…tú,
las vas creando a cada alborada.