Mirada fija, mirada perdida,
contemplando a la nada;
párpados caídos y triste mirada…
El destino se interpuso una vez más
y con sus típicas jugarretas
intentó sucumbir mis sentimientos.
Golpe bajo, hiriente…
palpitando y sufriendo
de pérdidas me acuerdo
Yaciendo me encuentro
sin tristeza convenzo
Debilidad y cansancio…
¡No esta vez!
-le ruego al destino-
al fin le he encontrado
¡déjame en paz!
-le exigo sufriente-
juega con otras vidas
más no con las nuestras
y permítenos en claridad
seguirnos amando
Me levanto ya es hora,
te despierto y te quiero mirar
sentimientos estables, distancia…
A pesar de sus trampas
y en mí desquebrajada mañana
a tí directamente te lo ruego:
¡no te vayas vida mía!
que sin tí fallezco
y mi alma se desgaja
mantente a mi lado
y espérame que vuelvo;
más ahora que siempre
me siento feliz y amado.