Aún existe la necesidad
de creer en divinas pausas
para sobrevivir y calmar
cada sencillo momento
suspirar como antes
valorar cada instante
como si fuese el último
destello matutino.
Esperas largas que,
con su linda mirada,
todo sustento tratan
a pesar de distancias
de monotonías y
de largas pausas
nos han permitido
al fin contemplarnos.
Habré de volar en
prontitud acercarme
para mí alma calmar
para cantarte al oido
poder abrazarte
y al último…
finalmente
al último besarte
-
Únete a otros 992 suscriptores