Al abrir tus ojos
y mostrarte sonriente
me has cautivado
así, simplemente
y aunque la necedad
se hace presente
te mantienes cercana
y muy complaciente.
Y pesar de distancias
sin contactos lograr
de esperas renuentes
sin poder suspirar
una hermosa mañana
para una hermosa mujer
te ofrezco ahora con gana
pues, ¿sabes?, habré de volver.