Soñé que era feliz…
Las olas me cubrían y la brisa acariciaba mi alma.
Tu perfil se dibujaba con la sombra y tu sonrisa podría ser inferida.
La frescura apacible determinaba estados emotivos.
Todo había sido una mala realidad, una experiencia que nunca pasó.
Y ahí estábamos unidos por el alma, sin distancias, sin pretextos.
Nuestros cuerpos en esplendor se fusionaban, se enriquecían.
El mar romantizaba los claro oscuros y en un beso profundo volví a dormir.
Lo soñé, fui feliz
Aunque solo lo soñé