Es extraño, ayer no he soñado pero sí imaginado.
Viví, por pequeños instantes un mundo de pasión alborotada, busqué en mí y dormí en el momento menos adecuado; debí esperar, el tiempo vuela y es prioritario aprovecharlo.
Puntos muertos que crecen y se reproducen, un cuerpo que lucha … ¿hasta cuándo durará esta batalla? pero lo más importante: ¿cómo terminará?
Es nuevamente extraño, ahora sueño y no imagino, aunque la realidad recrudece, la sublimo. Vivo por pequeños instantes una ilusión.
Es prioritario ganar para que la espera sea válida para que esta maldita larga agonía, al final, ¡haya valido la pena!
(en la serie automatísmos diarios)