Quedan remanentes de aquellas imágenes,
de puntos consistentes, de verdades reveladas.
En mi cabeza vueltas dá la necesidad de recibir…
pero sobre todo de ofrecer.
Fué tan corto pero sustancial, observé y no lo puedo sosegar.
«Todo», cada cosa, cada instante, me produce recuerdos…¡no más ansiedad!
¿Nuevamente? «Todo» sí… en su general integridad, inspira a crear; a decir y manifestar.
Desearía reciprocidad. Doy mi existencia, doy mi «Todo» por algunos privilegios…¿Podrías inténtarlo?
¿Exigir? La demanda no está en mis recursos, es mejor aportar y esperar,
por ley divina y con seguridad, la calma será remunerada.
¿De nuevo? Sí. «Todo» en esta vida es equivalente, debe serlo si es que vivir tiene algún sentido:
¿alcanzará el tiempo?
Solo resta una «cosa» decir:
He vuelto y lo agradezco
(en la serie automatísmos diarios)