Han pasado horas desde tu última mirada,
sigue constante, permanece y no se borra.
Mantengo tu calor, guardo tus caricias… ambas cosas me motivan
Estás aquí aún y ni siquiera me he movido,
no prentendo hacerlo, tu presencia podría esfumarse.
Tu aroma me impregna, se guarda,
me envuelve.
Las caricias perdidas, olvidadas se hicieron presentes;
mi piel lo justifica, lo atestigua.
Estás aquí y en todos estos años nunca has venido,
más te percibo y te deseo.
Quédate conmigo un minuto más.
Es parte del tiempo, del fluír…
somos una existencia…ausencia y lejanía,
sin embargo vives en mí.
(en la serie automatísmos diarios)