De matices y entintados
mi vida se modifica.
Son esas tonalidades, en parte,
lo que me hace vibrar;
son necesarias pero no indispensables
pudiérase, en su momento, prescindir de ellas.
Lo importante, sin embargo, es la entrega…
esa pasión con la cual se buscan momentos y espacios para interactuar
ofrecimiento sin reservas, cruce de miradas;
¿es claro?, sin ésto cualquier flor se marchita,
filtraría su entintado al papel.
Negro, rojo, guinda, azul, rosa o transparencias: no son sólo colores
son representaciones… son estancia y persona…es alimento del alma.
Todo forma un conjunto
por más mezclas que se hagan, por más permutación,
te dan figura y presencia; iluminan mi mirada, inducen nervios y sonrisa.
No es sólo tejido es todo lo que hay detrás….es piel dentro y rozando, ¡es conjunto!…
En su totalidad es motor de existencia… en resumen es mí todo.
Mi vida fué gris, ahora está llena de color;
preciso colores, pero sobre todo la esencia de lo que ellos representan.
(en la serie automatísmos diarios)