Decisiones inminentes, ¿precipitadas? No de nuevo, nunca más.
Cada vez que acontece es un error craso. ¡Cansado estoy de fallar!
¿Recuerdas mi oración?, dejé de llamarte “Aquel”,
hicímos las paces, prometimos, pactamos y acordamos;
planteamos términos, decidímos que finálmente lo merecíamos
y que era lo mejor para ella y para mí, para ambos
por mi parte he cumplido, yo cumplí día a día , Tú ¿Cuándo?
¡Ahora urge!
Se esta yendo, me estoy alejando; no veo solución inmediata… ¿la habrá?
¿Acaso no ves el sufrimiento?
¿no notas cuántos años esperé? y que, ¿gracias a tus designios le estoy perdiendo?…
refraseando: ¿gracias a tus estúpidas voluntades tal vez nunca le tuve?
Se honesto por primera vez conmigo y manifiéstate como lo haces con los demás,
¿qué diferencia hay entre los otros y yo? no encuentro por ninguna parte tu imparcialidad.
He de decidir, no puedo esperar a que “Tú quieras”…me has decepcionado,
creí en tí nuevamente y no has cumplido.
Fué plasmado: “que sea lo que tenga que ser, ahora o en un tiempo, ¿qué más puedo hacer? Vivir y dejar vivir…»
¡No, me niego rotundamente! y lo digo abiertamente:
“Tú”, si en verdad existes, sabes como resolver este conflicto.
(en la serie automatísmos diarios)