Una vez más me has arrancado el sueño
pasé de la negrura y ausencia de imágenes
a la percepción del olor de tu piel y el color de tu aliento,
un tacto blanco, terso, íntimo… accedí de inmediato.
Sin encender la luz iluminaste mi mañana
respiré tu alma y me consagré en cuerpo,
te entregué mi espíritu y te pedí usarlo,
tocarlo y hacerlo vibrar… lo lograste.
Ocasiones de frecuencia pausada que a pesar de ello
disfruto; suspiros en miradas, en complemento,
tiemblo y me estremezco, estamos cerca,
espasmos, alegría y necesidad… estoy en tí.
Al final, sobre mi pecho, duermes tranquila, satisfecha;
percibo tu pausado respirar y acariciando tu cabello
te ofrezco seguridad, ahora siento tu paz;
quedan ternuras mutuas… somos uno.
Presencia que motiva a fundir nuestros cuerpos,
que genera remolinos de dicha y plenitud,
has intensificado mis alegrías desplazado mis tristezas,
ya no hay ni habrá más carencias.. eres tú.
Me invitaste a comprender que esto es más que un simple sentimiento,
lo entiendo y acepto, con honestidad agradezco el momento.
Espero motivar lo mismo, ofrecerte lo que vivo… estás en mí.
Te invito a quedarte y permanecer por siempre aquí.
(en la serie automatismos diarios)
Ay! !qué maravilla! Espero que se quede. Espero que valore estas palabras. Sentimientos así no no son fáciles de oir.
Feliz Domingo.