Pocas ideas han quedado tras exprimir mis entrañas;
por intuición me promuevo y estable comprendo
que lo estipulado, ¡sí!, aquello acordado,
ha permitido comprometer instancias,
instaurar existencias, realidades concretas;
independencia, calma ausente de pesares.
La monotonía concede la búsqueda de nuevos caminos
implica apreciar sitios venideros, estimar extrañas gentilezas;
despreciando deseos corruptos e instancias plenas,
concretar sueños y permanecer táctil y transparente.
A esta hora de la mañana el sol empieza a calentar
mi piel está satisfecha, lo disfruta, le promete vida,
estruendos matutinos en simple tono coloquial.
Mi mente pide más, mi cuerpo se alimenta de ella y,
con sus ideas vagas, ambos flotan en el aire y vibran;
componen sonidos multitonales constatando genialidad,
producen discursos disgregados, versos sin razón,
cantares absurdos sin orden ni concierto, total divergencia.
Busco el atardecer a cuenta gotas, estrujar lo que resta
mostrar mi interior sin la necesidad de ser apreciado;
no deseo complacer a nadie más con mi presencia;
solo quiero obtener alguna luz, algún destello otoñal.
(en la serie automatismos diarios)
Gracias por la visita camarada
Ayyyy!!! !Qué sorpresa más grata! Me paricía que habías dejado de escribir.!uf! Menudo sustilo me has dado.
La alegría de leerte no me deja ver el mensaje escrito. Así que relleo y te comento.
Bienvenido, Toto.
Decidí tomar unos días. No saturar al lector. Saludos
Saturar???? Jamás. Nadie se puede saturara de lo bueno, bello y delicado. te esperamos cada día. ¿Cómo estas? Besos