10 000 kilómetros (Cuento corto)

 

 

“A pesar de las 7 horas de diferencia estoy seguro que es posible coincidir.”

 

20:09 Uhr. Tras el trabajo desvié mi rumbo por el centro de Münster. Aquí en Alemania, a diferencia de México, todos los comercios cierran a las 20:00 horas, sin embargo los turcos son la excepción. Ceno un Dürum Dönner. ¡Ironía!, un taco turco en Alemania comido por un mexicano.

22:12 Uhr. En casa y directo a dormir. Cierro los ojos y empiezo mi viaje… Cada noche me es más difícil concentrarme y focalizarte, tengo la esperanza de que, en algún breve instante, coincidamos.

5:15 Uhr. Am nächsten Tag. Te pienso y me pregunto: ¿qué estarás haciendo? ¿Estarás dormida? Acaso estaré ahí, ¿dentro de tus pensamientos? ¿En tu mente?

22:15 horas. Mismo momento diferente horario. Vuelo trasatlántico, me acerco a ti. Reposas de lado con el cabello sobre la cara. Tu respiración calmada me indica que descansas, has tenido un día totalmente agitado. Me emociona la idea de sentirte cerca, de poderte disfrutar. Aprecio tu belleza… tu cuerpo se relaja. Tu expresión es la misma de hace muchos años, mucho antes de decidir dejar mi país y probar suerte en Alemania. Te juré que volvería, lo cumplí… aquí estoy.

Hola -susurro- he vuelto finalmente… no escuchas. Me acerco y te huelo, el aroma del cabello y la piel no se han esfumado, es exactamente el mismo que se encuentra en mi mente. Lo recuerdo: esencia de jazmín, lirio y azahar.  Te acomodas, sientes mi presencia cerca, te giras. Percibes calor humano…

Soy yo –te digo-…  no me oyes.  Abres los ojos y adormilada intentas enfocar, me doy cuenta que presientes algo, podría yo ser la sombra que está frente a ti, te sonrío… no me ves. Me desespero y entro en angustia ante la impotencia de hacerte saber mi presencia.

6:00 Uhr. Intempestivamente recibo un tirón tan fuerte que me hace volar por los aires, cruzar tierras y mares… Todo pasa tan rápido que de inmediato abro los ojos en el mismo instante del “ring” del despertador. “Guten morgen Deutschland“

Un día nuevo comienza, pero vivo con la ilusión de volver a mi cama puesto que sé, que en la noche, como prometí,  nos volveremos a encontrar.

“10 000 kilómetros de distancia y un océano de por medio, estos grandes obstáculos no han sido impedimento para compartir el día y la noche; para soñar y desear reencuentros y pasiones… para volver a ti “

 

 

 

About Toto

SImple, entregado, fiel y melancólico. Neurótico desde el punto de vista analítico y psicótico en sueños y escritos. Vomitivo por las mañanas y sufriente por las noches. Así soy yo...
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9 Responses to 10 000 kilómetros (Cuento corto)

  1. atleusarbalap dice:

    Cuando Morfeo ayuda a deshacer espacio y tiempo, lo hace un todo.

  2. Mia dice:

    Un cuento que lo dice todo, gracias por escribirlo, me dice justo lo que eres…

  3. redbarcheta1 dice:

    Gutten abbend Liebe Meister. Espero que esta noche vuelva a soñar.

  4. Montse dice:

    Ni siquiera se porque me puso a temblar. wow

  5. BRISSA dice:

    ouch!!! doloroso amigo.

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