Hoy apareciste de nuevo, como siempre, intermitente;
emerges, te quedas y me atas; oculta, callada y renuente;
sobriedad helénica, “Rosa Blanca”; inquietud alarmante
tu ausencia, índice de traza, te mantiene aquí por siempre.
Amante de la armonía y las formas, suave, cordial y sagaz
mirada intensa… obscura… azabache, sonrisa clara y pura…
tersa, láctea, inquietante, vida callada, silente dulzura
niña de mutismos reticentes, estela y apariencia fugaz.
En inquietud me obligo a imaginar tu semblante,
apartar esa melancólica apariencia que me caracteriza
en deseo y alabanza te ofrezco mi admiración sumisa
eres tú mi esperanza, mi sustento… mi gracia andante
Te imagino en presencia, mirándonos en total dejo silente,
caricias faltas, contrastes de vida, unión y soledad pasajera
habitar tus brazos y permanecer en tu vida por siempre
ven a mí y no te apartes más; iniciemos, ahora, una nueva era.
(en la serie automatismos diarios)
Hola, aunque mucho tiempo después, acabo de ver tus comentarios en mi blog, Rebelde sin consecuencia. Muchas gracias por tus palabras, sin duda son de las que consiguen que tenga ganas de seguir escribiendo. Te podría decir lo mismo, gracias por compartir tus escritos, espero que no dejes de hacerlo y que yo pueda dedicar el tiempo a leerlos.
(por cierto, por si te interesa, el blog en el que comentaste lo tengo en desuso. Ahora puedes encontrarme en http://ladoucedecheance.wordpress.com).
Un saludo.
Hola Carlos,
Muchas gracias por tus comentarios y tu visita. Ahora que me has actualizado seguiré visitando tus escritos.
Saludos