En realidad mis letras se encuentran rígidas, trabadas y llenas de óxido;
completamente estancadas; faltas de lubricante… flujo derrumbado
Aún tragando saliva mi garganta permanece seca…lacerada
he intentado gritar mis versos sin éxito. El dolor me impide incluso respirar.
Se han acabado las palabras, aquellas, que he usado para expresar mis sentimientos
han volado a otras manos, se guardan en otras mentes… en otras plumas, en otros intelectos.
Es cierto que las combinaciones de las letras son infinitas, yo siempre he querido permutar:
para mí el sentido de la expresión debe de ser exacto…directo a dar vida o directo matar.
Mi mirada se ha perdido en el mar de la comprensión y al fondo, en el horizonte,
existen detellos itálicos llenos de esperanza, de saciedad…una cuenta nueva: un renacer.
Similitudes abstractas y coincidencias de intereses, “Grazia” de amor, dolor y de muerte
planendo el sentido del pecado, de la culpa y la conciencia en inevitable fatalidad.
Cuando el agua se estanca pierde la cinética y se convierte en potencial, ¡peligro!
después de estas ambígüedades y frases cortas, pido paciencia por supuesto mi renacer…
(en la serie automatismos diarios)