Tus palabras lo dijeron todo…¡ te contradijo la mirada!
Madera apilada y cenizas volando
hoguera incesante, vehemencia;
ráfagas de esperanza que ascienden
¿qué tan alto habrán de llegar?
nimio será, cayendo se apagan.
La luz se reflejó en tu piel
intentando impregnar tu recuerdo,
y, mientras el fuego ardió
en su elevado torrente,
su calor me abrazó tristemente…
¡así!,sólo así me logró quemar.
Sígueme…¡quiero arder con tus brazos!
Brasas envolventes y gélido viento
tu esencia al frente, mi ser en medio
aspirando mucho más que a tu imagen
ímpetu a prima faz, sumisa petición.
En eternindad y mente te conservo,
te miro y espero…sobre todo concedo
“domíga, catàssa… allampàda”, soy directo.
En aquel momento, desde ese tiempo
sin apartar la vista de tus labios
lloré internamente mi sufrimiento
añoré, a cuenta, algún día poder encarnarlos.
(en la serie automatismos diarios)
Hermoso texto madera apilada!! y cenizas volando, me ha gustado mucho
Saludos
Hola Gaviota,
Muchas gracias por tu comentario. Para mí el fuego es hipnótico, es opuestos, es vida y paz. Donde vivo se enciende el domingo de Pascua para dar la bienvenida a la primavera, se quema a judas.
Saludos