Sí…
simplemente se ha olvidado
se despreció lo construído
sencillamente enterrado
Claro…
De haberme dado cuenta,
en el preciso momento,
sentado me hubiera quedado
Por supuesto…
Si hubiesen existido escrúpulos
al decir las cosas directas,
ahora no estarías sufriendo.
Sí…
la honestidad fué ciega
y en sus tercos brazos
tu dulce egoísmo ganó
(en la serie automatismos diarios)
!AY! Toto, tus palabras duelen. Son palabras de decepción, de injusticia y de horror. Un poema salido de tus centros. Besillos.
Besos de regreso
Aquí están ya.