ámame silente
en la distancia
en el silencio
y pensamiento
ámame claramente
con tus labios
tus manos
y tus besos
ámame directo
con palabras
en calma y
un te amo
ámame en vida
en sonrisas
con miradas
ámame en espacios
en vacíos
y con tus brazos
ámame ahora
en mi espera
en mi llanto
que subsisto
y sobre todo
ámame
ahora que es
cuando más
lo necesito
¡Por qué será esa necesidad de recibir afecto tan imperiosa, especialmente cuando no la recibimos y más la deseamos?