Lo prometí hace no mucho tiempo,
y aunque la idea se veía lejana
subyacían el deseo y la ganas
de generar un pronto reencuentro
concertar una cita con el futuro
aquel que, bien sabemos, nos unirá
y establecerá las pautas certeras
para la fusión de nuestros destinos.
Así, viviendo en tranquilidad y armonía,
envejeciendo juntos y de la mano,
como lo hemos dicho, como lo hemos soñado
complementándonos sin dependencias
despertando lado al lado, con alegría.
Las promesas se van cumpliendo
y a pesar de mi deseperación,
pero, aclaro, ¡nunca desesperanza!
lo fuímos esperando y produciendo
poco a poco lo estuvimos creando
y ¿ves ahora? hasta ¿dónde hemos llegado?
juntos somos fuerza generadora,
inevitable de separación.
Hoy es un día menos para ese día
la cuenta regresiva comenzó
aquel momento de un no tan lejano ayer
cuando de frente, con ternura, con amor
nos miramos a los ojos y te abracé;
el tiempo camina y nosotros con él
sigamos como hasta ahora
o igual, sugiero, mucho mejor.
Bonito poema, Toto. Los reencuentros son siempre pura alegría, y esa cuenta atrás emoción contenida de cada día.
Un abrazo
así es, el reencuentro es energía para el alma.
Saludos