Finalmente las hojas han caído y los árboles se encuentran desnudos; un rocío se esparece sobre la tierra y la temperatura comienza a decrecer. Es invierno ya y sobre estas líneas recuerdos quedan. No ha nevado, aún, y la esperanza de una blanca Nochebuena va desapareciendo con el transcurso del día. No hay decoraciones, puesto que el tiempo apremió sin embargo allá, afuera, todo aparenta alegría. Mi piel transpira tu aroma, lo que aún de tí queda, y añora mantenerte cautiva. El frío se transmite y me mantengo en espera de tus brazos, aquellos que, semanas atrás todavía, calor me ofrecían. Observo a la ventana y veo la gente caminar, abrigada; recuerdos vienen de prisa de anteriores años, en estas fechas, en que la alegría invadía mi casa; me conmuevo…lo suprimo. Ahora mi mente se ocupa en mantenerte cerca y superar la distancia, en olvidar la falta y acercarte a mí cual la imágen olvidada tras tu partida. Disfrutarte por momentos, como se disfrutan cada una de las diferentes estaciones; que marcadas y al paso van cambiando con los meses. Escuché por ahí que :”hoy es tiempo de compartir con los seres cercanos y, en debido su debido momento, limar asperezas; y, en ciertos casos, cuando la gente que amas se encuentra tan lejana no tiene sentido celebrar nada”. Yo, hoy he decidido mantenerte en mi mente y gozar todo aquello que aún nos queda, celebrar por dentro y ofrecer albricias independientemente de que mi cuerpo, por fuera, fatigado me mantenga. Ofrezcamos juntos, pues, nuestros sacrificios ante estas fechas y mantengamos la llama viva; esa fuerza candente que nos alegra cada día.
Feliz Navidad amada mía…
Muy bonito, Toto
Un abrazo y Felices Fiestas
Felices fiestas