No me rendiré pues
te tengo a mi lado
sea cual fuere el destino
se que no seré de nuevo,
y nunca, abandonado.
Hablo y descargo,
me apoyo en la noche,
y en mis mañanas
cuando no te tengo
rezo un contrato.
Volveré a tí
de manera convincente
una y otra vez
mientras tú
me mantengas cerca
y me ames sin barreras.
Espero la noche pues
en todos mis sueños
siempre encuentro
la paz que me ofreces
no me rendiré ahora
que ya casi te tengo.
Orar
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