Ahora, la vida
se ha dado en calma
y como las flores
te he ido entregando
mi alma;
pues lo mereces y
me correspondes
en complemento;
pues nuestros labios
se amoldan perfecto
y nuestros sueños
coinciden…
porque alimentando
el sentimiento, así
como lo hacemos,
podremos, juntos,
llegar a envejecer.
La calma es vida
y como tus besos
me has entregado
todos tus secretos;
tanto así como
nuestros deseos
pues lo merecemos
y nuestros cuerpos
desde ayer ya son uno
de nuevo;
porque consintiendo
con caricias podremos
esperar todo lo bueno.