«Está escrito en el libro de la vida…
sólos nacemos y así nos habremos de regresar».
Es hora de partir, de brindar beneficios a quienes más lo necesitan,
de alejar tentaciones y pensamientos contradictorios,
de retirar confusiones; del liberarte de angustias y presiones,
de ofrecerte libertades.
La balanza se inclina no veo más opciones, piénsalo así: ¡todos ganamos!
Hay más ventajas, con esta retirada hay más beneficios y beneficiarios;
es todo contra uno, contra mí… sé que lo entenderás.
Al final no soy más que un trozo de carne, que se pudre día a día:
¿Por qué retardar las cosas? ¿Por qué alargar la agonía?
Mi misión: tu felicidad, mi opción: ceder, liberarte de mi yugo y dejarme carcomer.
Prometo que serás feliz…no me puedo fallar, no puedo alterar mi destino.
Seré un recuerdo temporal que heredará en cuento, te visitaré cada noche y velaré tu sueño.
Dejo mí olor, una imágen y una flor marchita por la lejanía.
Al final, el curso del tiempo me dará la razón y aún sumergido en la tierra,
en el completo olvido, seguiré viviendo…seguiré amando.
(en la serie automatísmos diarios)