Comienza algo nuevo, estoy seguro que será permanente,
el camino está marcado, la hierba se abre con cada paso;
debajo el musgo, cual suave alfombra, protege tu andar;
sigue adelante, mira al horizonte, estás por llegar.
La espuma florece y, entre sus manos, tranquilidad aporta;
el tiempo se detiene, sublima sentimientos y los resucita
el alba se acerca y, junto con su rocío, los brazos se abren;
un abrazo esperado, dos entrega, caricias infinitas.
Al compás del reloj la alborada se ha ido acomodando,
los sauces te protegen de la lluvia y los rayos solares,
sin embargo, han permitido su frescura y su calor;
los sueños están definidos tal cual fueron esperados.
Tu felicidad se acerca y, por vez, me alimenta en gozo
ha sido en incremento, intensidades variables, has llegado.
Escribir es sembrar sentimientos, recitar es cosecharlos;
tómalo, léelo y háblalo; recibe y entrega; vaivén imantado.
(en la serie automatismos diarios)
Yo tengo el mejor de los «sauces» y efectivamente, me proteje como nadie y por si fuera poco me brinda esa frescura y calor, me hace sentir totalmente plena…un beso enorme.
Hola Mia,
Gracias por tu visita y tu comentario.
Debe de ser una gran dicha para ese «sauce» saber todo lo que produce en tí. No lo descuides, a pesar de las raíces, también se pueden llegar a marchitar…se puede ir. Recuerda que también hay sauces llorones.
Saludos y besos
Tiene esperanza y arranque. Parece salir de un esperado encuentro. Como pronto, lo disfruto. Quiera Dios que sea permanente.
Bonita entrada.
Hola,
Como siempre gracias por el comentario.
Lo es, es salido de un encuentro. Aunque me inclino más por que pudiera haber salido de un cuento; en cuentos todo es posible, incluso hasta lo imposible.
Saludos