Desperté gritando por caricias,
necesitando unos brazos, urgiendo palabras
gritos de ausencia y soledad intensa,
falta constante de ternuras perdidas.
Inicié el día sollozando ante mi carencia
perdí tus ojos sin besarlos siquiera
angustia en suplicio, orgullos supremos
pobreza de noche, elementos concretos.
Despabilé mi ser con llanto e impotencia
comprendiendo finalmente nuestras diferencias
no soy, a tu estilo, tan duro y arrogante,
soy simple y abierto, amante con carencias
Hoy comencé con tristezas y añoranzas
dándome cuenta de mi nuevo destino,
acercándome a las tinieblas estando sin recelo
permanecer ahí callado, atado y en consuelo.
Pedí, rogué y supliqué sin clara respuesta
ahora es tarde, ahora que estoy muriendo
las caricias prometidas que están sin entregar
tendrás que entregarmelas en el infierno
(en la serie automatismos diarios)
Ni de coña, no te mueras!!!!! Y menos para el infierno. ¿No eres aún consciente de que personas como tú,capaces de expresar las fuerza del corazón en breves versos, está en extinción. tengo un amigo muy divertido que dice que tanto él como yo nos vamos a extinguir porque no somos necesarios en esta vida pero que otros, aqui estarias tú, jamás lo harán porque el mundo los necesita.
No le des tanta importancia a los demás y ninguna a ti. Busca el equilibrio entre el mundo y tú. Ni egoista ni anulado. eres especial y único. Todos somos únicos. No te dejo morir.
Latidos, el acto de morir es el primer paso para empezar a vivir.
Nada es eterno, y todo vuelve a iniciar, pero siempre desde y apartir del final.
Todo en círculos, dialéctica pura.